A medida que el COVID-19 se extiende por todo el mundo, se ha pedido a millones de personas que se queden en casa. Sin embargo, esta simple medida preventiva de salud pública es imposible para las personas que viven en la calle o en viviendas inseguras o superpobladas.
Se estima que alrededor de 1,800 millones de personas, o más del 20 por ciento de la población mundial, carecen de una vivienda adecuada. Estas cifras incluyen alrededor de mil millones de personas que viven en asentamientos informales o barrios marginales.
La vivienda es un derecho humano fundamental. Ahora también es central en nuestra batalla contra el COVID-19. Sin una vivienda adecuada, es imposible llevar a cabo el distanciamiento social y las buenas prácticas de higiene y el mundo corre el riesgo de contraer una enfermedad mortal. Como apunta Leilani Farha, relatora especial de la ONU sobre el derecho a una vivienda adecuada, la vivienda se ha convertido en defensa de primera línea contra el coronavirus. La vivienda nunca había sido tanto como en este momento una condición de vida o muerte.
Las medidas de control del COVID-19 en ciudades y áreas urbanas y la falta de acceso a espacios exteriores pueden tener un efecto perjudicial en la salud mental y física de los residentes. El ambiente estresante de la estadía en el hogar, especialmente en viviendas pequeñas y abarrotadas en asentamientos informales, la interrupción de las redes sociales y de protección y la disminución del acceso a los serviciosexacerban el riesgo de violencia para mujeres y niños.
La ausencia de servicios básicos, el estrés y las condiciones de vida poco saludables también contribuyen a una precaria salud. Las personas sin hogar a menudo ya experimentan problemas respiratorios graves que pueden ser agravados por COVID-19.
La propagación de COVID-19 está exacerbando una crisis de vivienda global preexistente, que ya está afectando a millones de personas. Las acciones inmediatas a corto plazo deberían centrarse en contener la propagación de la infección, mientras que las intervenciones a largo plazo deberían incluir una revisión de los enfoques actuales de la gobernanza de la vivienda y la tierra. Las decisiones y medidas tomadas ahora podrían moldear significativamente el éxito o el fracaso de la recuperación futura posterior al desastre.
Desde que somos niños nos gusta creer que hay un lugar donde podemos sentirnos a salvo, y es por eso que jugamos al cuartel secreto de los espías, al club de Tobi o a la casita ...
El voluntariado es una expresión de la participación del individuo en una comunidad que necesita de su tiempo, conocimientos, de su corazón y de su bondad ...
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado ...
Una vivienda saludable es la concepción de una vivienda como agente de la salud de quienes viven en ella ...
¿Qué es el tejido social? Es todo eso que tenemos en común quienes pertenecemos a una comunidad, es lo que nos une, que nos identifica ...
Hábitat para la Humanidad México © 2023 | Diseñado y desarrollado por SMARTIA GROUP | Aviso de privacidad